Por si fuera poco, tu empresa no se está adaptando ágilmente a las nuevas condiciones del mercado, limitando la evolución de su modelo de negocio, y aumentando la presión sobre los resultados que deberías brindar.
Además, por todos lados se habla de disrupción y citan ejemplos de grandes empresas, pero finalmente sigues sin entender qué es y cómo se aplica a empresas tradicionales.
Finalmente te sientes atrapado porque no te asignan los recursos adecuados y limitan el impacto que podrías generar desde el cargo para el que fuiste contratado.
